¿Por qué nos parece normal que los políticos nos mientan cuando hablan, nos engañen cuando nos prometen algo, nos vendan cuando tienen que hacer tratos para conseguir votos o nos traicionen a la mínima ocasión?.
Todos sabemos que todas estas cosas y algunas más son habituales en el mundo de la política, y sin embargo las consideramos totalmente normales, cuando deberían de molestarnos muchísimo.
Todos sabemos que todas estas cosas y algunas más son habituales en el mundo de la política, y sin embargo las consideramos totalmente normales, cuando deberían de molestarnos muchísimo.
Yo creo, que en realidad, es el resultado, primero de nuestra resignación pensando que nada podemos hacer contra los que mandan, y después por que siempre hemos sido víctimas de una manipulación informativa que nos hace dudar de nuestro sentido, de lo que es justo o injusto, dando muchas veces por bueno como mal menor algún hecho descaradamente injusto. Pienso que inconscientemente (o no tan inconscientemente) también pensamos que si estuviésemos en su lugar, haríamos lo mismo que ellos. Tal vez deberíamos empezar a guiarnos por nuestra conciencia y ese sentido de la justicia que todos tenemos dentro de ella, y molestarnos un poco más en analizar personalmente todo lo que nos dicen.
¿Podemos protestar?, ¿cómo?... Una posibilidad lógica, justa y sencilla de hacer en unos tiempos tecnológicamente tan avanzados como estos, sería, que nuestros “servidores públicos”, tuviesen abierta una vía directa de comunicación con la gente vía Internet, donde cualquier persona les pudiese expresar lo que piensan de su persona y del trabajo que está desarrollando. No sería un sistema novedoso, ya que es utilizado por congresistas y senadores en algunos países, claro que en estos países se vota a la persona, no a un partido que maneja los nombres que quiere como en España.

Seguro que pensáis que esto es imposible o muy ingenuo o una quimera, tal vez, pero pensar un momento como de diferentes serian las cosas en todos los sentidos.
Imposible ser más democráticos ya que cualquier resultado siempre sería justo porque habría participado todo el que quisiese y siempre prevalecería la mayoría de votos.. ¿Cómo denominar este sistema? ¿Autogobierno?, seguro que muchos lo llamarían “caos”, pero acaso no es un caos el que nos tienen montado ahora nuestros dirigentes.
Para demostrar que si a los que están instalados en el poder les interesara, seguro que buscarían la manera de hacerlo posible, pongo el ejemplo de la carta que he recibido de un banco en la que me comunica que, por una cuestión “ecológica” ya no me enviara información en cartas con papel, sino que si quiero información tendré que utilizar Internet o la tarjeta de crédito en sus cajeros.
Me pregunto si les importa que mucha gente mayor no sepa manejar un ordenador o que ni siquiera tengan tarjeta de crédito. Tampoco hay que preocuparse por eso, porque el banco me dice que si quiero seguir recibiendo papel , ellos me cobraran un precio y harán el esfuerzo de ser menos ecológicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario