sábado, 22 de febrero de 2014

PRUEBA DE CONCIENCIA

Es evidente que si nuestros políticos y representantes públicos tuviesen que pasar pruebas de honradez, o de responsabilidad, o de capacidad, o de dignidad, nos sobrarían dedos de la mano para saber cuantos habrían superado las pruebas. 
Pero es la desesperada situación que está viviendo mucha gente de este país, lo que está poniendo a prueba la conciencia social que atesoran. Y los resultados no pueden ser más lamentables.
Todos, y ellos también, hemos visto, oído, o leído desgarradores testimonios de personas o famílias que, víctimas de ésta cruel e injusta crísis, han pasado en poco tiempo de tener una vida normal, íncluso acomodada, a la más cruda indigencia.
A todos, ( parece que a ellos no), se nos a caído el alma a los pies viendo en Tv el anuncio del niño con un bocadillo vacio, sabiendo que en nuestro país, tres millones de niños están en riesgo permanente de verse en esa situación, y muchos de ellos ya van a la escuela sin poder comprar un libro, o sin poder estudiar por la noche porque sus padres no pueden pagar la luz.
Pero ningún miembro de la monarquía, ni del parlamento, ni de ayuntamientos, ni de sindicatos, ni de autonomías, a provocado el ejemplo dando un paso al frente públicamente para renunciar a alguno de sus sueldos o remuneraciones, no sólo para donarlas en ayuda de esas personas, sino como compromiso de que no volverán a cobrarlas hasta que sean capaces de cumplir con las obligaciones por las que las cobran, que no son otras que conseguir unas condiciones de vida dignas para los ciudadanos a los que representan.  
 

OCULTAS INTENCIONES

Cualquier ahorrador que se haya pasado por un banco últimamente para preguntar el interés que podria conseguir con un plazo fijo, se habrá encontrado siempre con la misma información y explicación ; mínimo porcentaje rondando el 1,5 porque el dinero está muy bajo y el Banco de España sanciona a cualquier entidad que ofrezca mayores rendimientos. 
Este asunto prodría quedar como una simple circunstancia financiera del momento de escasa importancia social si no fuera porque, en mí opinión, ni es tan simple ni tiene tan poca importancia. Solo hay que preguntarse ¿por qué si un banco paga un porcentaje de 1,5 por depositar un dinero, o incluso lo consigue del Banco Central Europeo al 0,25, luego pide hasta un 10, 12, o14 por sacarlo a la calle en forma de prestamo personal o comercial?. O ¿por qué el Banco de España pone tanto entusiasmo en regular los porcentajes a pagar por las entidades financieras y sin embargo, ni les presiona para dar más creditos donde hay que darlos, ni les pone límites a sus escandalosos márgenes de beneficios?.
Creo que no hace falta ser economísta para deducír las ocultas intenciones de nuestras autoridades bancarias y por supuesto de nuestro gobierno al crear el marco legal financiero que haga imposible la competencia entre entidades bancarias para captar los fondos de los ahorradores pero permitirles cualquier exceso y abuso al ciudadano que les facilite el rellenado de sus arcas. 
Lo peor de todo no es que nuestros gobernantes sacrifiquen a sus ciudadanos para favorecer a los bancos, algo sobradamente demostrado con los rescates bancarios, con los desahucios o con las preferentes.
Lo peor de todo es que con estas medidas a la carta se tapona la via fundamental de creación y mantenimiento de puestos de trabajo como es una financiación accesible y barata ha empresas y emprendedores. 
Y todo a cambio de que la casta política y sus allegados dispongan a su antojo de esa financiación negada a la lucha contra el desempleo, para sus necesidades de partido, o de gobierno, o de sus chanchullos particulares.