sábado, 30 de abril de 2016

CONCLUSIONES

Creo que es un buen momento para exponer algunas conclusiones que desprende la actualidad de este país y el entorno ético-social del resto del mundo en el que nos toca  vivir.
La primera conclusión que yo saco es que en España, después de 8 años de crisis y apesar de las terribles consecuencias que demasiada gente a tenido que sufrir, en la mayoría de los casos por las negligencias y excesos de otros que los representaban, los gobernaban o los tenían como empleados, no me da la impresión de que hallamos cambiado ni corregido muchas cosas ni individual ni socialmente.
Creo que el 15M nos ofreció la posibilidad de agrupar y canalizar nuestra indignación para conseguir cambios importantes en una sociedad totalmente desigual en derechos y obligaciones para los de arriba o para los de abajo, que es en realidad como se divide el mundo ya que los conceptos de derechas, izquierdas o azules, rojos solo son cortinas de humo que no nos dejan ver la verdadera estructura social creada poco a poco en este y otros muchos países por gobernantes de cualquier condición y sus afines círculos de poder económico.
Hoy en este país, después de lo positivo de conseguir que parte de la protesta social se convierta en opciones políticas tenemos que sufrir otra vez el desengaño de ver como los responsables de dirigirlas, lejos de impulsar los cambios que tan ilusionadamente esperábamos, traicionan casi todos ellos descaradamente el espíritu del 15M integrándose en el mismo sistema y discurso de intereses propios practicado durante tanto tiempo por los tradicionales partidos políticos, que justamente era lo primero que había que cambiar.
En mi opinión sigue pendiente, no solo de practicar sino también de exponer y defender sin perjuicios ni hipocresías la única política que puede corregir las injusticias arrastradas del pasado y mejorar las perspectivas de nuestro futuro. Una política sin ubicación ideológica pero socialmente lógica, razonable y justa, ejercida pensando en el bien común y sustentada en la consulta continua al ciudadano.
Lógica, razonable y justa quiere decir que, siempre valorando las circunstancias y evitando la generalización o lo políticamente correcto, se tendrán que hacer normas y leyes adaptadas a esas diferentes circunstancias, y que a veces podrán parecer muy de derechas y otras muy de izquierdas, pero siempre se buscará lo más práctico dejándose de demagogias y manipulaciones.
Pensar en el bien común quiere decir que unos pocos tendrán que sacrificar intereses e ideales por el bien de muchos, justamente lo contrario que se practica ahora.
La consulta continua al ciudadano es el sistema democraticamente puro que era imposible antes pero que ahora la tecnología e informática nos permitirían realizar facil y económicamente si alguien tuviese la voluntad y determinación de hacerlo. De hecho, un correcto sistema informatizado de consulta continua al ciudadano, que también serviría para hacer elecciones prácticamente sin costes económicos, convertiría a nuestros políticos (harían falta muchos menos) en meros gestores de la voluntad popular sin capacidad de decisión propia y por lo tanto con sus posibles inclinaciones corruptas o irresponsables anuladas.
Ahora mismo en España después de más de cuatro meses de celebradas elecciones, nuestros políticos, vergonzosamente, han sido incapaces de ponerse de acuerdo y ya se han convocado nuevas elecciones, lo que supone otros cuatro o cinco meses sin gobierno y mucho dinero tirado a la basura. Una medida lógica, razonable y justa sería que ninguno de los que figuraban en las listas electorales anteriores pudiese presentarse de nuevo y por supuesto que devolviesen el dinero cobrado por no haber hecho el trabajo que se les había encomendado.
Otro importante foco de conflicto en España es el nacionalismo catalán presionando para conseguir la independencia. Mi opinión es que los nacionalismos van a contracorriente de la natural evolución social que deberíamos seguir ya que la esencia del nacionalismo es diferenciar un grupo de personas de otras y conseguir los mayores privilegios posibles solo para ellos, lo que inevitablemente genera discriminaciones, desigualdades y por supuesto posturas radicales que son gérmenes de odio y distanciamientos. Pero independientemente de mí opinión creo que como todo, el tema catalán se tiene que solucionar consultando a los interesados, y creo que sería lógico, razonable y justo que en una cuestión de tanta transcendencia el porcentaje correcto exigible para asegurar la voluntad de la mayoría sería un 60% ( 6 personas de cada 10).
Las conclusiones que yo saco del país en el que vivo es que disponiendo de importantes recursos turísticos, industriales, agrícolas o geopolíticos y con mucha gente bien preparada en cualquier sector, se a desperdiciado todo con administraciones de dirigentes incompetentes, irresponsables y corruptos. Ahora mismo España es un país saqueado y endeudado por sus dirigentes públicos y privados, con problemas graves que no se saben o no se quieren resolver como nacionalismos, empleo, deudas y embargos, inmigración y emigración o todo tipo de delincuencias y corrupciones.  Donde los subsidios, las pensiones y el funcionariado mantienen el grueso de las economías familiares aunque con la incertidumbre de por cuanto tiempo se podrá soportar el mismo sistema. Y son los trabajadores, autónomos, la pequeña y mediana empresa los que soportan todos los gastos del país mientras las grandes empresas y las grandes fortunas se liberan de sus cargas impositivas vía paraísos fiscales. Creo que la calidad de vida de los españoles va a depender durante bastante tiempo mucho más de la suerte de las circunstancias personales que rodeen a cada uno que de las facilidades, posibilidades y seguridades que le pueda ofrecer el estado.
A nivel individual creo que son varias las conclusiones a sacar después de esta crisis. Para mí la más importante es que deberíamos aprender a vivir dentro de nuestras posibilidades sin hipotecar nuestro futuro pidiendo créditos a unos bancos que como ya se ha demostrado no tendrán compasión con nuestras dificultades. Otras conclusiones podrían ser las de empezar a ser más comprometido y profesional en nuestras obligaciones y convicciones, o ser más crítico, más responsable y menos ingenuo en nuestras valoraciones y decisiones para no dejarnos manipular por las muchas hipocresías y mentiras de nuestros políticos, medios de comunicación o grupos de influencia. Desgraciadamente veo que la mayoría de la gente en cuanto mejoran un poco sus condiciones personales vuelven a dejarse llevar por los manipuladores del sistema, cometiendo los mismos errores que ese mismo sistema tan caro se les a hecho pagar ya. También veo una juventud en su mayoría acomodada a la sobra de sus padres, y aunque precisamente es a ellos a los que el sistema les está cerrando más puertas, no veo a nivel colectivo iniciativas y empuje para volver a abrir esas puertas y crear otras nuevas.
Siendo los problemas de España los que más nos afectan por ser el país donde vivimos, no son los únicos a los que hoy tenemos que hacer frente ya que este mundo globalizado que compartimos se caracteriza por la facilidad con que los excesos e irresponsabilidades de unos pocos cometidos en cualquier lugar tengan que sufrirlos otros muchos en cualquier otro rincón del planeta.
Algunas de las complicadas realidades que nos depara actualmente este mundo excesivamente dependiente de la tecnología en el que nos movemos, son el aumento de las tendencias radicales de todo tipo que se aprecian a la hora de tratar o negociar cualquier tema, siendo el radicalismo yihadista ahora mismo el más evidente y peligroso que tenemos que sufrir pero que estoy seguro no va a ser el único. También se ha desarrollado una avaricia personal desmedida a nivel planetario en altos cargos empresariales y económicos, lo que a provocado un crecimiento de la desigualdad y la injusticia social al modificarse interesadamente el sistema de distribucion de riqueza y los planteamientos de mantenimientos responsables de empresas a largo plazo. Por otra parte seguimos, como siempre, maltratando el planeta donde vivimos, desperdiciando los recursos que nos genera y no respetando al resto de seres vivos que lo habitan, lo que como ya estamos percibiendo vamos a pagar muy caro. Otros nuevos y múltiples peligros con los que tenemos que convivir se derivan del modelo social creado en esta era audiovisual donde todo el mundo esta conectado e interactuando con todo el mundo lo que aparte de los riesgos de la sobreexposición a la que nos sometemos genera actitudes y comportamientos muy poco éticos y responsables. Y recientemente Europa acaba de demostrar con los refugiados sirios, como de una forma egoísta e irresponsable las instituciones que se supone nos representan miran hacia otro lado cuando les interesa permitiendo tragedias fácilmente evitables con los medios disponibles, un poco de buena voluntad y mucho sentido común.
Pero la buena voluntad y el sentido común, así como el dar ejemplo, decir la verdad o cumplir lo que se promete, son valores desaparecidos totalmente hoy en día en las clases que dirigen el mundo y por influencia también en buena parte del resto de la sociedad. Por contra, aunque ya eran habituales, han aumentado desmesuradamente el interés propio, la avaricia, la ambición, la hipocresía y la falta de escrúpulos. Como resultado, ahora mismo, vivimos en un mundo inestable, inseguro, radicalizado, y socialmente injusto, que camina dando tumbos hacia un incierto futuro.
Siempre he pensado que no existen conflictos o diferencias entre varias partes que no puedan resolverse con buena voluntad. De hecho, por poner un ejemplo de un problema que parece irresoluble en el tiempo, estoy convencido que el conflicto palestino-israelí se solucionaría en una tarde si las dos partes tuviesen la buena voluntad de conceder al otro todo lo que pidiese y dividiesen los puntos de coincidencia al 50%. Pero es el interés el que mueve el mundo, y es cierto que los seres humanos lo llevamos en los genes pero también es cierto que todos, con independencia de tener mayores o menores cualidades o formaciones, nacemos con la capacidad de saber lo que es lógico, razonable y justo, o dicho de otro modo lo que esta bien y lo que esta mal, porque todos tenemos la facultad de ponernos en el lugar del otro.
Ya sabemos que el mundo siempre a sido injusto y que siempre a habido ricos y pobres pero es una pena que después de muchas décadas de luchas y sufrimientos para conseguir avances sociales y laborales, estemos ahora mismo en un periodo de liquidación de todo lo conseguido con el único objetivo de facilitar más todavía que unos pocos consigan más poder y riquezas a costa de muchos. Igualmente es increíble que en estos tiempos donde la formación e información llega a tantas personas nos dejemos utilizar, manipular, y amansar con tanta facilidad.
Creo que el punto de inflexión que marca el cambio de rumbo en nuestra sociedad capitalista hacia la degradación de valores y derechos, es cuando se permite y fomenta la globalizacion del mercado libre, apartir de lo cual todos los gobiernos tienen que ponerse al servicio de los poderes económicos anulando las regulaciones que protegían a empresas y ciudadanos de ser víctimas de especulaciones y ataques a sus recursos. Desde entonces son las grandes corporaciones económicas las que desde sus cuevas de ladrones tipo wall street gobiernan el mundo según sus intereses que no son otros que ganar la mayor cantidad de dinero posible en el menor tiempo y con el menor esfuerzo, sin importarles a costa de que desastres sociales lo hagan y sin que ningún gobierno se atreva ya a pararles los pies.
Las conclusiones a las que me lleva todo esto es que se a generado un tipo de sociedad donde los principios morales y la buena voluntad brillan por su ausencia. Donde nuestra falta de crítica y autocrítica nos hace fácilmente manipulables. Y donde la supervivencia laboral es cada vez más complicada, lo que nos hace tremendamente vulnerables a tragar con cualquier cosa para poder mantener a nuestras familias y por supuesto nos anula cualquier capacidad de asociación y lucha solidaria.
Tengo esperanzas de que nuestros hijos y nietos puedan disfrutar de una vida digna en un mundo tranquilo pero es evidente que además de las deficiencias éticas, sociales y económicas actuales tendrán que enfrentarse con problemas muy serios como la superpoblación, la degradación ecológica del planeta o la escasez y precariedad cada vez más frecuente de puestos de trabajo que van siendo sustituidos continuamente por nuevos avances tecnológicos sin que nadie se preocupe de regularizarlo.
Espero que poco a poco, entre todos pero empezando por nosotros mismos, seamos capaces de ir cambiando esta deriva negativa en la que esta metida la humanidad sin que, al igual que en el pasado, tengan que ocurrir hechos traumaticos que nos obliguen a ello.

martes, 5 de enero de 2016

DESPUES DE LAS ELECCIONES 2015-LA GRAN MENTIRA

La gran mentira se compone de las muchas mentiras superpuestas con las que nos envuelven continuamente nuestros representantes políticos. Como decirnos que tenemos unas elecciones libres y democráticas cuando no podemos votar más que a listas de personas ya elegidas por otros, o en cuyos resultados nunca dos más dos son cuatro.
También sabemos por experiencia que los elegidos no van a cumplir casi nada de lo que nos han dicho en sus programas electorales. Y que no es verdad que estén en política solo por vocación como demuestran sus escasas renuncias a los muchos privilegios que ellos mismos se han adjudicado. Ni que la mayoría de ellos ganarían más dinero en la empresa privada, por lo menos sin los contactos que les proporciona su función pública. Y por supuesto, es una gran mentira que les importemos mucho los ciudadanos, o la patria, o  que se sacrifiquen en cualquiera de esos dos intereses. Sirva como ejemplo el sacrificio personal que está dispuesto ha aceptar el Sr. Mas por una causa que él mismo se ha inventado. Si de verdad los políticos españoles defendieran nuestros intereses y no los suyos, nínguna dificultad habría ahora mismo en formar un gobierno, el que sea, que trabaje para solucionar nuestros problemas en vez de estar ya empezando a crearnos otros nuevos con sus luchas de egos, vanidades e intereses propios.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

MANUELA CARMENA

Puede que haya habido alguno pero yo no he conocido a ningún cargo público en la política española que tenga tan acreditado como Manuela Carmena, que no ocupa su cargo por labrarse un futuro, ni por solucionarse la vida, ni por ambiciones de poder, ni por representar los íntereses de un partido político. Sin embargo, o más bien por eso mismo, desde el primer día que se hizo cargo de la alcaldía de Madrid a sufrido un continuo y despiadado ataque por muchos medios de comunicación y otros sectores políticos o empresariales.

Hecho en falta más comprensión y apoyo hacia alguien que con un demostrado compromiso social, lo podrá hacer mejor o peor, tomará decisiones que molestaran a muchos y seguro que se equivocará más de una vez, pero sabemos que siempre lo hará pensando en un bien común no en el suyo propio.
Estoy de acuerdo con una frase que en su día dijo uno de los primeros presidentes de los Estados Unidos : Si queremos ser un gran país no necesitamos grandes lideres, necesitamos mucha gente honrada. A lo que yo añadiría ; y mucha gente profesional, y mucha gente responsable, y sobretodo mucha gente crítica que no se deje engañar y manipular por lo que otros interesadamente quieren que piensen o hagan.

Si queremos regenerar la política en un país que durante tantos años a sido saqueado y manipulado por un sinfín de políticos corruptos e irresponsables que no han dudado en sacrificarnos a la mayoría para favorecer sus intereses y los de sus círculos afines, necesitamos en todos los sitios cargos públicos diferentes, gente como Carmena que no viven de la política pero que por responsabilidad o por vocación social quieren servir al pueblo no servirse de él.






miércoles, 15 de julio de 2015

GRECIA, OTRA VÍCTIMA DEL CAPITALISMO FEUDAL

Son muchas las explicaciones que últimamente escuchamos en los medios de comunicación sobre el problema de Grecia, todas diferentes según quien lo cuenta y que medio lo publica. Pero nadie explica ni denuncia lo que en mi opinión es clave; el origen del problema. 
Grecia, igual que España, Irlanda, Italia o cualquiera de los muchos bancos y entidades financieras que han entrado en crísis por graves problemas económicos, han sufrido de las mismas causas para llegar a esa situación y en ningún caso han sido los trabajadores ni los pensionistas ni el simple ciudadano los que las han provocado aunque precisamente han sido ellos los que han pagado las consecuencias. 
En todos los casos señalados, Independientemente  de que sus características hayan sido diferentes, está claro que el origen de todos esos problemas económicos es que se han practicado malas administraciones, fuera por incompetencia, por irresponsabilidad, por corrupción , o por todo a la vez. Es evidente que hay responsables de esas nefastas gestiones, y que se conocen sus nombres y apellidos ya que todos eran altos cargos con poder de hacer y decidir. Pero incomprensiblemente, ninguno de ellos se ha tenido que hacer cargo del problema que han creado, muy al contrario, las soluciones aportadas por "colegas" de otras instituciones salvadoras han sido siempre las mismas, que las consecuencias las paguen otros. 
Imaginemos lo diferente que hubiese sido todo si en Grecia, España, Irlanda, Portugal, o en cualquiera de los bancos y entidades fiancieras a los que se les a ayudado con dinero público, se hubiese reunido a todos los dirigentes implicados en la creación del problema, sea por decisiones, hechos o consentimientos, para que entre todos, cada uno según su carga de responsabilidad, se hiciesen cargo de la devolución del capital prestado. 
Creo que una solución tan simple y lógica, no solo hubiera hecho justicia con el problema creado y hubiera evitado mucho sufrimiento a tanta gente que ninguna culpa tenía, sino que nos habría asegurado a todos que dificilmente volvería a pasar.
El sistema económico-social que ímpera en el mundo hoy en día se basa en que unos cuantos altos cargos, públicos y privados, disponen a su criterio y antojo de los recursos y vidas de todos los demás, y eso es éxactamente lo que ocurría en la Edad Media de los Señores Feudales, por lo tanto y considerando el capitalismo como la forma actual más habitual de gobierno, es apropiado denominar la situación que estamos viviendo como "capitalismo feudal". 
El pueblo griego es un buen ejemplo de ser una injusta victima de los excesos y corrupciones de sus Señores Feudales, que además les han entregado como esclavos a otros Señores Feudales en pago de sus deudas.    
Es cierto que el sistema no es novedoso ya que en la historia de la humanidad casi siempre unos pocos han sido los dueños de todo y la mayoria les han tenido que servir de una manera u otra. Pero estamos en el siglo XXI, y se supone que despues de muchos años de lucha obrera, de progreso industrial y tecnológico, de democracia, de avances en formación e información, e incluso de haber aprendido de los tremendos y sangrantes errores cometidos con anterioridad, deberíamos haber conseguido un desarrollo social mucho más justo en derechos y deberes para todos por igual.
Sin embargo, los que nos tenían que representar han utilizado el poder que les han dado nuestros votos para satisfacer sus intereses y los de sus círculos afines, no los nuestros.
Además, una avarícia désmedida y sin escrúpulos se ha apoderado de los altos niveles directivos en sectores financieros y empresariales. Ahora de nada sirve el esfuerzo, las cosas bien hechas, la responsabilidad, la profesionalidad, o el crecimiento lento pero seguro, lo que triunfa es la especulación salvaje que consiga el máximo benefício en el menor tiempo posible, sin importar a quien se lleve por delante.
Vivimos en una sociedad que se degrada peligrosamente en una lucha de intereses egoistas gestionados por quienes amparados en una legitimidad democrática o empresarial o hereditaria, ejercen un injusto poder capaz de condenar al sufrimiento a muchos para salvaguardar los intereses de unos pocos. 
El problema no es el sistema capitalista ni el comunista ni cualquiera que se pueda inventar, el problema son las personas que tienen que gestionar el sistema. Visto que no se puede fiar ningún sistema de gobierno a la escasa honradez y buena voluntad de sus dirigentes, deberíamos enfocar nuestros esfuerzos democráticos a conseguir una autoprotección del propio sistema, y eso solo se conseguirá cuando cada cargo importante sea público o privado lleve implícitas unas duras y automáticas responsabilidades que no dependan de que se interpreten ni se juzguen. No sería algo tan complicado si en la función pública utilizamos la avanzada tecnologia e informatica que ya disponemos para implantar la consulta continua a los ciudadanos como obligación en las formas de gobierno de nuestros dirigentes, y la posibilidad de veto social con cese inmediato para cualquier cargo y en cualquier momento. En el sector privado se puede regular, igual que se hace con todos los demás trabajadores, un convenio de altos cargos que limite y especifique tanto sus retribuciones como sus responsabilidades. 
Ya sé que la dificultad estriba en que siempre serán los que están arriba los que marquen sus condiciones y evidentemente van a buscar las que más les favorezcan. Por esa razón, creo que la única posibilidad pacifica y real de cambiar las reglas de juego que tenemos los ciudadanos normales es elegir, cuando nos den opción, a personas o proyectos con demostrada (no teorizada) sensibilidad y concienciación en la busca de la justicia social. Mientras tanto, somos nosotros mismos los que individualmente debemos empezar a cambiar las cosas siendo más críticos, más responsables, más honestos, más solidarios y más justos.
  
 
 
 

lunes, 30 de junio de 2014

CARTAS AL DIRECTOR-La Vanguardia 26-06-14

UN PAÍS MUY LÓGICO
Es prioridad de este gobierno aforar a la monarquía, aunque haya que modificar esas leyes a las que tanto respeto exigen. Es algo muy lógico según los miembros del gobierno, ya que hay otros casi 10.000 cargos públicos que ya cuentan con ese aforamiento, algo también muy lógico en un país donde la justicia es igual para todos. 
Como son lógicos, algunos indultos increíbles, o cambiar y molestar a los jueces que no interesan, o que los fiscales recurran en defensa de los acusados, o que las corrupciónes e irresponsabilidades en los círculos de poder queden impunes.
Vivimos en un país en el que lo lógico es que los que más tienen paguen menos, en el que los cargos que menos trabajan son los que más cobran, en el que los culpables de la crisis sean los que reciban ayudas mientras las victimas pierden las que ya tenían, en el que los que dicen representarte ni te preguntan ni te escuchan.
La lógica de nuestros dirigentes les impide dimitir, o renunciar a parte alguna de sus remuneraciones, y por supuesto, no contempla que se diga que en España hay millones de niños en riesgo de pasar hambre, ni que las oenegés que los alimentan puedan hacer críticas públicas a unos gobernantes tan sensibles con la información como despreocupados con los hechos.
Un país donde es lógico y consentido el abuso de poder y la injusticia social, que centra sus prioridades en mantener los privilegios de la clase dirigente en vez de solucionar las necesidades de los más débiles, es un país socialmente enfermo que no tiene ningún futuro.   

José Luis Requelme Arnedo

sábado, 28 de junio de 2014

CARTAS AL DIRECTOR-Heraldo de Aragón 26-06-14

SINDICATOS DORMIDOS 
Los sindicatos son, o deberían ser, el elemento fundamental en la defensa de los derechos de los trabajadores. De hecho, su historial de luchas y protestas es lo que ha proporcionado la mayoría de las ventajas sociales que hemos llegado a disfrutar. Entonces, ¿por qué ahora están paralizados?. 
Pocas veces se nos a presentado una situación de injusticia social tan evidente y flagrante como la que padecemos actualmente. Trabajadores, pensionistas, parados, autónomos, pequeños empresarios,  ahorradores y los niveles más desfavorecidos de la sociedad, están siendo victimas de una crisis de la que no tienen ninguna culpa. 
Esta crisis no esta motivada porque los sueldos de los trabajadores fueran muy altos, ni porque los gastos sociales arruinasen al estado, ni porque, hasta hace seis años, escaseara el consumo o faltaran empresas e inversiones. Está motivada por la avaricia sin escrúpulos  de todos los que han formado parte de los círculos de poder, tanto públicos como privados, que no considerando suficientes sus ganancias repartiéndose recursos y privilegios a su antojo, han ejercido una gestión irresponsable, incompetente y corrupta, que, además de endeudarnos a todos menos a ellos,  a destruido toda la estructura laboral y los derechos sociales que tanto tiempo y esfuerzo había costado conseguir. 
Es dificil entender la actual pasividad de los sindicatos, incluso, sabiendo que también ellos han caido en  la tentación de poner la mano en el reparto del botín. 
En estos momentos, en los que además de la crítica situación, algunos,  tan miserablemente están aprovechando el estado de necesidad para instaurar un sistema de semiesclavitud laboral que amenaza con permanecer en el futuro, necesitamos urgentemente que los Sindicatos despierten, que recuperen la dignidad perdida, y que todos los que forman parte de ellos entiendan de una vez que no son funcionarios, ni miembros de partidos políticos, ni están ahí para soluccionar su vida. Son trabajadores que tienen la responsabilidad de defender y movilizar a todos los demás trabajadores en la lucha por recuperar los derechos y libertades que tan fácilmente nos están quitando.    
 
 José Luis Requelme Arnedo

sábado, 14 de junio de 2014

ESPERANZA DE FUTURO

Soy uno de los que se han alegrado de que por fín aparezca en el espectro político español un partido nacido del espíritu del 15M.
Creo que cualquier posibilidad importante de cambio y mejora social para los ciudadanos de este país está condicionada a la evolución de Podemos como alternativa real de gobierno en las próximas elecciones generales. 
Mi opinión es que Podemos tiene que contactar urgentemente con todas las plataformas que luchan por los desahuciados, por los estafados con las preferentes, o por los arruinados con las energias renovables. Tienen que contactar con la marea blanca, la verde, la negra, y la de cualquier otro color que represente a sectores afectados por la nefasta e injusta forma de gobierno que estamos sufriendo. Hay que reunirse con las asambleas de parados, y escuchar lo que tienen que decir las ONG que están al pie de la miseria , así como los cientificos y jovenes que tienen que emigrar de este país.
Podemos, tiene que recoger como suyas todas las reivindicaciones socialmente justas de los ciudadanos de este país y contar con el apoyo de los colectivos que las reclaman, para entre todos, intentar conseguir mediante una aplastante victoria electoral, los cambios necesarios que modifiquen el futuro que algunos que viven a costa nuestra han diseñado para nosotros. No hay que cambiarlo todo, pero hay que cambiar todo lo que no es lógico, práctico ni justo.
Podemos nos posibilita una esperanza de futuro político diferente en este país. Ahora somos nosotros los que tendremos que decidir en las próximas elecciones que camino tomar, aunque de momento las reacciones no son nada buenas.  
No sé si me han sorprendido más las descarnadas críticas a Podemos tras sus resultados electorales, o las empalagosas alabanzas al Rey despues de anunciar su abdicación.
Entiendo que los dueños del cortijo en el que hace tiempo se convirtió este país tiemblen ante la amenaza de un enemigo nuevo y diferente. También entiendo que esos mismos, y otros allegados que han compartido ideales e intereses, demuestren su agradecimiento a la contemplativa labor del Rey. Lo que me resulta muy curioso, es que muchos ciudadanos y entidades, en teoria, libres de fanatismos y compromiso de intereses, se hayan expresado en esas mismas líneas de pensamiento. La realidad, según la veo yo, es que Podemos es la materialización práctica como alternativa política, de los deseos más solicitados en seis años de conversación indignada que llevamos practicando casi todos los ciudadanos de este país. Es un esperanzador proyecto de regeneración democrática, que antes de formarse y cuajarse ya esta siendo bombardeado desde fuera y desde dentro con todo tipo de críticas y practicas , incluso, de los mismos que lo habían  reclamado como necesario.
Respecto al Rey, mi opinión, apesar de que nunca me la han preguntado, es que hay que valorar su labor en la transición democrática de este país, pero no debemos olvidar que si estamos metidos en esta tremenda crisis es por los muchos años que llevamos sufriendo la corrupción, irresponsabilidad e incompetencia de nuestros dirigentes públicos y privados, a los que nunca a denunciado ni se a enfrentado. Tampoco nadie de la Corona, que yo sepa, se a comprometido con su implicación y ejemplo en la lucha contra la injusticia social que están sufriendo las victimas.
Si el próximo Rey Felipe VI, decide exigirles a nuestros dirigentes públicos y privados la honradez a la que deberían estar obligados, cónmina a las grandes empresas y grandes fortunas a que paguen los impuestos que les corresponda en la hacienda pública de este país, acaba con los privilegios y prebendas que tan interesadamente se han adjudicado instituciones como la iglesia o determinados organismos oficiales, y se compromete como defensor de los derechos y libertades de los más debiles. Estoy seguro de que, no solo yo, sino la mayoria de los españoles estaremos encantados de que nos represente. Si no es así, ningún sentido tiene mantener una institución que tan costosamente tenemos que pagar todos, como mero elemento decorativo.
Creo que en el próximo año y medio se va decidir el futuro de este país. Tengo esperanza en que ese futuro no sea tan negro y terrible como puede llegar a serlo, ya tenemos las alternativas lógicas y legales que necesitabamos para cambiarlo, pero dependerá de la sensatez y valentía de la mayoría ciudadana que esas esperanzas se puedan hacer realidad. 
    

sábado, 19 de abril de 2014

SI APRENDIÉRAMOS


Considerando como cierto, que de las malas experiencias se aprende a corregir los errores que las han causado, se supone, que los ciudadanos españoles que sobrevivan a esta tremenda crisis, ya tendrán claro muchas de las actitudes y decisiones personales que tomarán en el futuro.
Como por ejemplo, no votar a ningún político ni partido que no haya demostrado antes una conciencia social, una clara honradez,  y una voluntad no fingida de cambios, tanto en los sistemas político y económico como en las actitudes y condiciones de los que los dirigen.
También es posible que en el futuro los ciudadanos españoles adapten sus hábitos de vida para depender lo menos posible de créditos e hipotecas que los hagan prisioneros de un sistema financiero muy benevolente con los poderosos pero que no tendrá misericordia de ellos.
A lo mejor, el ciudadano español del futuro no creerá automáticamente cualquier información antes de razonarla y contrastarla.
Ni tendrá consideración ni respeto, de aquellas declaraciones, explicaciones o llamamientos que no estén avalados por el ejemplo propio de la persona o institución que lo pregona.
Si aprendiéramos, podría ser que en el futuro los ciudadanos españoles seámos individualmente más sensatos, menos manipulables, y mucho más críticos.
Y podría ser que colectivamente ya no queramos que nos representen incompetentes, ni consintamos sus corrupciones y abusos de poder, ni queramos pagar las deudas que sin consultarnos generan a nuestro nombre.
Si así llega a ocurrir, tal vez habremos de dar por buenas todas las desgracias que nos está produciendo ésta lamentable crisis ante la certeza de que a partir de ahora, seremos capaces de ser los dueños de nuestro futuro y no los esclavos del que otros que viven a costa nuestra han diseñado para nosotros.