miércoles, 20 de febrero de 2013

POLÍTICOS EJEMPLARES

Si buscamos soluciones para dignificar a nuestros representantes políticos en sus labores de gobierno, y de paso corregir muchos de los problemas sociales y económicos que sus actitudes y decisiones nos provocan a los demás, deberíamos ser capaces de activar los mecanismos sociales necesarios para que nuestros gobernantes tengan como norma de obligado cumplimiento, el ejemplo personal de todo lo que en su función de servicio público ordenen o legislen. 

...Si todos los dirigentes que aprobasen una guerra estuviesen obligados a estar en primera línea de la lucha, estoy seguro que acabaríamos con casi todas ellas muy pronto ...Si en sus ingresos no pudiesen sobrepasar el sueldo máximo de un obrero de su país, seguro que se ocuparian de limitar las abismales diferencias salariales que existen con altos cargos, ejecutivos y directivos... Si sus condiciones laborales o de jubilación, o de recortes, o de impuestos, o judiciales fuesen las mismas que ellos han legislado para los demás, seguro que intentarían deteriorarlas lo menos posible ...Si cuando endeudasen una institución, fuesen ellos como ejemplo de responsabilidad los que se hiciesen cargo del pago, estoy seguro de que tendriamos una saneada economía pública ...Si sus hijos fuesen a las mismas escuelas que los demás, utilizasen la misma sanidad pública, el mismo transporte público, o tuviesen que emigrar para conseguir un trabajo, creo que su esfuerzo por mejorar las condiciones de vida del país estaría asegurado...
...Y si además, los políticos practicaran el ejemplo ético cumpliendo las cosas que prometen y el ejemplo moral dimitiendo por sus irresponsabilidades o sus incapacidades, tal vez nuestra recuperación social, moral, y económica estuviese más cercana. 

Creo que el ejemplo no es lo único que debemos exigirles a los que nos representan pero es lo mínimo a lo que ellos deberían estar obligados.
Para todos aquellos que piensen en la imposibilidad de estos comportamientos ejemplares, les diré que a lo largo de la historia han existido en diferentes partes del mundo grandes dirigentes políticos y militares que han cumplido sobradamente con estos requisitos, y para confirmarlo, me gustaría que todo el mundo conociera el gran ejemplo de actitud, de honradez, de ética y de moralidad personal y política de un máximo dirigente actual: José Mujica es presidente de Uruguay. Cuando salió elegido renunció a vivir en el palacio presidencial y vive con su mujer y sin ningún personal de servicio en su vieja granja de flores situada en uno de los barrios más humildes de Montevideo. Su coche oficial es un turismo de gama baja, y su coche particular, que exceptuando la granja es su única propiedad, es un Wolsvagen del año 1987. Dona el 90% de su sueldo para viviendas sociales, y ya se ha comprometido a seguir donando la misma parte de lo que le corresponda de pensión cuando deje el cargo. Viaja al extranjero en lineas aéreas de bajo coste y con la mínima compañia o solo. Ordenó vender una residencia gubernamental de veraneo presidencial por "inutil", cosa nada extraña en alguien que ofreció el palacio presidencial de Montevideo para refugio invernal de indigentes, o invitó la última nochebuena en el mismo edificio a ingresados psiquiátricos, ancianos y marginados. Impone a los cargos de su partido topes salariales iguales al sueldo medio de un obrero de la industria de su país. Sigue acudiendo a los mismos bares y restaurantes de su barrio, habla y pregunta a la gente de la calle e incluso ayuda en sus labores agricolas a sus vecinos de granja.      
En su pasado luchó en la guerrilla contra la dictadura de su país, y estuvo trece años en prisión, pero si queremos saber que increible persona y que extraordinario e ignorado dirigente es "Pepe Mujica" solo hay que leer alguna de sus memorables frases : "Pobres no son los que tienen poco, son los que quieren mucho". "El poder no cambia a las personas, solo revela quienes verdaderamente somos". "Hay que invertir en educación porque un pueblo educado tiene las mejores ópciones en la vida y es muy dificil que lo engañen los corruptos y mentirosos"."Si tuviera muchas cosas tendría que ocuparme de ellas, contra menos consumo más libre soy"."Los políticos estan para servir al pueblo, no para servirse de él".
José Mujica es el político al que a mi me gustaria votar, y es el único político del mundo al que respeto y admiro, pero sobretodo, José Mujica con su ejemplo es la prueba de que para ejercer cualquier cargo público no son necesarias tantas condiciones especiales, ni tantas prebendas, ni tantos privilegios como los que siempre se han adjudicado todos los políticos del mundo a cargo de los ciudadanos que representan.
Creo que la pregunta que los ciudadanos de cualquier parte del mundo deberíamos transladar a nuestros representantes es¿Si Mujica puede, por qué vosotros no?.     

URDANGARÍN Y LAS DECISIONES REALES

Estoy ya muy cansado de escuchar insisténtemente que el "señor" Urdangarín le ha hecho mucho daño a la Monarquía española.

Vamos a dejar claro que el supuesto fraudulento Urdangarín, junto con la camarilla de corruptos dirigentes públicos que tan fácilmente le regalaron el dinero de todos, a los que nos ha hecho daño y a los que nos ha robado es a los ciudadanos de este país.
Que yo sepa, ninguna cuenta corriente ni ninguna asignación económica de la Casa Real se ha visto afectada por los desmanes de este personaje.

En este asunto, lo que de verdad ha hecho daño a la Monarquía han sido las decisiones de la propia Monarquía.
Si cuando el Rey o el Principe se enteraron de los turbios negocios de Urdangarín, lo hubiesen denunciado a las autoridades judiciales, o en su defecto le hubiesen obligado a devolver hasta el último euro y pedir disculpas públicas, estoy seguro que se hubiesen ganado el respeto y admiración de los ciudadanos de este país, además de que ya nadie hubiese puesto en duda la utilidad y necesidad de la institución que representan.
Pero la decisión que tomaron fue callar y enviar al interesado a un exilio dorado junto con su familia y un nutrido grupo de seguridad que por supuesto tenian que pagar los mismos ciudadanos a los que se había robado y estafado.
Todavía hoy, varios años despues de los hechos, y a pesar de las evidencias de sus fechorías, el yerno del Rey no ha pisado la carcel, ni su hija a sido llamada a declarar, ni nadie ha devuelto ningún dinero. Es evidente que las conclusiones que podemos sacar los ciudadanos de las decisiones que la Realeza a tomado en este turbio asunto, pueden ser de cualquier naturaleza menos de respeto y admiración. Con esas decisiones no se han tenido en cuenta nuestros intereses y derechos, ni por supuesto han demostrado que la justicia sea igual para todos, ni creo que nos genere mucha confianza el que personas que nos representan antepongan intereses personales y familiares a los de sus representados.
Además, es inevitable que la gente se replantee la necesidad y utilidad de una institución monárquica que tenemos que financiar y mantener entre todos para que sus miembros adquieran todos los derechos del mundo y ninguna obligación. 

Es cierto que el Rey ejerce una representación internacional del país, pero casi todos sus esfuerzos y gestiones tienen como beneficiarios a grandes empresas y grandes fortunas que agradecen las molestias evadiendo sus capitales y domiciliándose en paraísos físcales para evitar pagar impuestos en España.

Mi opinión personal, que no quiere decir que sea la general, es que poco sentido y ninguna utilidad tiene para el ciudadano una Monarquía que no actua con claridad y contundencia en el caso Urdangarín, ni tampoco denuncia las irresponsables, corruptas e incompetentes conductas que desde hace mucho tiempo han tenido nuestros dirigentes públicos y privados, y que son la causa de la tremenda crísis económica que estamos sufriendo justo los que ninguna culpa tenemos.
Si un día la Monarquía decide exigirles a nuestros políticos las responsabilidades a las que están obligados, si decide pedirles cooperación y lealtad a las grandes empresas y grandes fortunas, si decide poner a los banqueros en su sitio, y si decide representarnos a todos en la lucha contra la injusticia social, puedo asegurar que no solo tendrá mi eterno apoyo, sino el de toda la sociedad española.