Las declaraciones del Sr. Montoro acusando
a Cáritas y otras oenegés de mentir y alarmar innecesariamente a
la población con datos de la pobreza en España, me parecen insensibles y
vergonzosas.
Parece que a nuestros gobernantes les molesta que se diga
que España es el segundo país de la Unión Europea en pobreza infantil,
solo por detras de Rumania. Y también les altera que se ínforme de que
el rescate de los hogares sin ingresos costaría la mitad que el de las
autopistas de peaje.
No les importa que esto sea la realidad del país
que dirigen, lo que les preocupa es que se sepa. Tampoco agradecen mucho
que sean las familias y las oenegés las que hacen que esta realidad que
ellos con su irresponsable, incompetente y corrupta gestión han creado,
no sea insoportable para mucha gente de este país.
Si nuestros
políticos y dirigentes vivieran la realidad de este país, dejarían de
proteger los ínteres de los circulos de poder y los suyos propios para
ponerse a trabajar de una vez buscando el bien común. Pero la realidad
que ellos viven se desarrolla en otro mundo. En uno lleno de derechos y
privilegios que disfrutan a costa del sacrifício de los ciudadanos a los
que representan.