miércoles, 5 de marzo de 2014

EL VERDADERO GOLPE DE ESTADO

Jordi Évole creó una versión falsa del 23-F que tal vez no se aleje tanto de la realidad. Mi versión es que efectivamente se gestó un golpe de Estado, pero no fue el deTejero, y no fracasó. Creo que fue todo un éxito, y que los resultados están a la vista hoy en día.
Es posible que no se produjera la famosa reunión del Hotel Palace, pero estoy seguro de que se han hecho muchas similares apartir de entonces, con parecidos protagonistas y las mismas conclusiones: evitar por cualquier medio que en España, ningún Tejero, pero tampoco pequeños o nuevos partidos políticos, ni por supuesto, directamente los ciudadanos, algún día puedan hacerse los dueños del país.
Para conseguír el objetivo, se proclamó (o lo decidierón ellos mismos)a los grandes partidos políticos como albaceas permanentes de nuestra democracia, que, con la colaboración de nacionalistas vascos y catalanes, así como una fidelidad bien compensada de los círculos de poder económicos, religiosos o empresariales, y la total indulgencia de la Monarquía, han ido desde entonces adjudicandose funciones y privilegios que les han permitido controlar todos los poderes del Estado e interferir cualquier sector crítico u opositor, así como ir repartiendo a su interesado criterio los recursos del país.
Ese fue, en mi opinión, el verdadero golpe de Estado heredado de los acontecimientos del 23-F. Y ese fue el momento en que empezaron a convertirnos en esclavos de sus intereses, escudados en un adulterado sístema democrático que nos permite cambiar el color de nuestros amos cada cuatro años, pero nos impide liberarnos de pagar las nefastas consecuencias de su misma forma incompetente, irresponsable y corrupta de gobernar.