Creo que cualquier posibilidad importante de cambio y
mejora social para los ciudadanos de este país está condicionada a la
evolución de Podemos como alternativa real de gobierno en las próximas
elecciones generales.
Mi opinión es que Podemos tiene que contactar
urgentemente con todas las plataformas que luchan por los desahuciados,
por los estafados con las preferentes, o por los arruinados con las
energias renovables. Tienen que contactar con la marea blanca, la verde,
la negra, y la de cualquier otro color que represente a sectores
afectados por la nefasta e injusta forma de gobierno que estamos
sufriendo. Hay que reunirse con las asambleas de parados, y escuchar lo
que tienen que decir las ONG que están al pie de la miseria , así como
los cientificos y jovenes que tienen que emigrar de este país.
Podemos, tiene que recoger como suyas todas las
reivindicaciones socialmente justas de los ciudadanos de este país y
contar con el apoyo de los colectivos que las reclaman, para entre
todos, intentar conseguir mediante una aplastante victoria electoral,
los cambios necesarios que modifiquen el futuro que algunos que viven a
costa nuestra han diseñado para nosotros. No hay que cambiarlo todo,
pero hay que cambiar todo lo que no es lógico, práctico ni justo.
Podemos nos posibilita una esperanza de futuro político
diferente en este país. Ahora somos nosotros los que tendremos que
decidir en las próximas elecciones que camino tomar, aunque de momento
las reacciones no son nada buenas.
No sé si me han sorprendido más las descarnadas críticas a
Podemos tras sus resultados electorales, o las empalagosas alabanzas al
Rey despues de anunciar su abdicación.
Entiendo que los dueños del cortijo en el que hace tiempo
se convirtió este país tiemblen ante la amenaza de un enemigo nuevo y
diferente. También entiendo que esos mismos, y otros allegados que han
compartido ideales e intereses, demuestren su agradecimiento a la
contemplativa labor del Rey. Lo que me resulta muy curioso, es que
muchos ciudadanos y entidades, en teoria, libres de fanatismos y
compromiso de intereses, se hayan expresado en esas mismas líneas de
pensamiento. La realidad, según la veo yo, es que Podemos es la
materialización práctica como alternativa política, de los deseos más
solicitados en seis años de conversación indignada que llevamos
practicando casi todos los ciudadanos de este país. Es un esperanzador
proyecto de regeneración democrática, que antes de formarse y cuajarse
ya esta siendo bombardeado desde fuera y desde dentro con todo tipo de
críticas y practicas , incluso, de los mismos que lo habían reclamado
como necesario.
Respecto al Rey, mi opinión, apesar de que nunca me la
han preguntado, es que hay que valorar su labor en la transición
democrática de este país, pero no debemos olvidar que si estamos metidos
en esta tremenda crisis es por los muchos años que llevamos sufriendo
la corrupción, irresponsabilidad e incompetencia de nuestros dirigentes
públicos y privados, a los que nunca a denunciado ni se a enfrentado.
Tampoco nadie de la Corona, que yo sepa, se a comprometido con su
implicación y ejemplo en la lucha contra la injusticia social que
están sufriendo las victimas.
Si el próximo Rey Felipe VI, decide exigirles a nuestros
dirigentes públicos y privados la honradez a la que deberían estar
obligados, cónmina a las grandes empresas y grandes fortunas a que
paguen los impuestos que les corresponda en la hacienda pública de este
país, acaba con los privilegios y prebendas que tan interesadamente se
han adjudicado instituciones como la iglesia o determinados organismos
oficiales, y se compromete como defensor de los derechos y libertades de
los más debiles. Estoy seguro de que, no solo yo, sino la mayoria de
los españoles estaremos encantados de que nos represente. Si no es así,
ningún sentido tiene mantener una institución que tan costosamente
tenemos que pagar todos, como mero elemento decorativo.
Creo que en el próximo año y medio se va decidir el
futuro de este país. Tengo esperanza en que ese futuro no sea tan negro y
terrible como puede llegar a serlo, ya tenemos las alternativas lógicas
y legales que necesitabamos para cambiarlo, pero dependerá de
la sensatez y valentía de la mayoría ciudadana que esas esperanzas se
puedan hacer realidad.