lunes, 11 de abril de 2011

NACIONALISMOS

Yo creía que las dos terribles guerras mundiales que no hace tanto tiempo ha padecido la humanidad, y en las que tanto influyeron las identificaciones nacionales radicales, incluso fanáticas como el nazismo, nos habían enseñado que nuestra tendencia de identificación territorial debería dirigirse hacia la globalización, hacia el hermanamiento con otras naciones o razas, hacia el sentirnos todos ciudadanos del mundo, hacia la tolerancia de cualquier tipo de diferencias físicas o religiosas...
Creía que buscábamos una justicia social, un progreso y unas mejores condiciones de vida, pero para todos, no solo para grupos o personas concretas y determinadas.

Muy lejos de esta teoría, resulta que en nuestro país y por desgracia no es el único, caminamos exactamente en dirección contraria.
En España se han hecho poderosos los nacionalismos como el catalán y vasco, a base de marcar diferencias de territorios, idiomas, alegando diferente ADN , o manipulando su propia historia.
Creo que los ciudadanos normales de cualquier sitio de España, más allá del natural orgullo de sus costumbres y tradiciones, nunca se han sentido superiores, ni han odiado a sus vecinos, de hecho llevamos siglos viviendo juntos. Sin embargo, ahora mismo, ya hay mucha gente en Cataluña, País Vasco, Galicia, y otros lugares que consideran un insulto que se les considere españoles, igual que sus vecinos. Ellos son diferentes, son mejores, son superiores, los han explotado, ellos han mantenido otras comunidades......¿quien les ha metido estas ideas en la cabeza?¿a quien no le importa generar odio entre personas que ni tan siquiera se conocen?¿quien se beneficia de que un grupo de personas busquen otros dirigentes diferentes a los de sus vecinos?, la respuesta es sencilla, los políticos.
Son los políticos, con su ambición de obtener su parcela de poder, los que viendo que no conseguirán colocarse en los círculos de gobierno existentes, intentan trocear el pastel para obtener su bocado, y para eso no les importa generar odio entre personas y pueblos, no les importa inventarse diferencias, y no les importaría si fuese necesario provocar una guerra para conseguir sus objetivos, ahí está el ejemplo de los Balcanes.
A la vista de los resultados he de reconocer que tienen éxito con sus manipulaciones, así que solo me queda apelar a la sensatez de la gente contra la mala intención, el interés y el egoísmo que los políticos son capaces de desplegar.

Desgraciadamente, ya llevamos muchos años en los que desde las Autonomías se han incrustado socialmente los elementos diferenciales e insolidarios que en mi opinión nos llevaran irremediablemente en los próximos años a una espiral de odios y sentimientos territoriales absurdos para defender intereses encontrados, que pagaremos muy caro en el futuro.
Yo no estoy en contra de las Autonomías, pero sí de que cada Autonomía tenga derechos y concesiones diferentes. Creo que podemos dividir el Estado, de la forma que más nos guste, pero que todas las partes tengan las mismas condiciones, y sobre todo que sea lo que decida la gente y no los políticos.
Considero que cualquier nacionalismo o selección de grupos y personas genera inevitablemente la discriminación y la injusticia con los demás, pero ademas, su propio fundamento demuestra su incapacidad como alternativa social, y si no, pensemos como solucionamos esta cuestión:
Hemos aceptado como normal el nacionalismo catalán o vasco , pero el mismo derecho tendrían por ejemplo, Lerida, Gerona, o Vitoria reclamando cualquier derecho o diferencia del pasado a no querer pertenecer ni ser gobernadas por esas comunidades, y el mismo derecho tendrían cualquier pueblo de esas ciudades a no querer ser parte de su territorio, y también los barrios podrían alegar argumentos para no considerarse de la misma ciudad o del mismo pueblo, y por qué no diferenciar la tradición y orígenes de las familias que viven en el mismo barrio.......

Si admitimos la reivindicación de cualquier derecho nacionalista, tendrá que ser para todo el mundo, no limitado solo a la parte que nos interese.

Creo que caminamos en dirección contraria a lo que nos indica el sentido común y la propia experiencia de nuestra historia, no nos dejemos engañar por políticos sin escrúpulos que solo buscan su interés, el objetivo a perseguir es eliminar fronteras no crear más de las que ya tenemos, y si consiguiésemos disminuir en vez de aumentar la cantidad de políticos y gobernantes que viven a costa nuestra, ya sería perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario